EL TRABAJO MATA: en lo que va de año ya han muerto 34 personas en Aragón.
Hace unos días en Aragón se producía otra muerte laboral más en una planta de áridos en la localidad zaragozana de Garrapinillos al quedar atrapado el trabajador en una cinta transportadora. Con esta, ya son 34 las muertes por accidente laboral en Aragón en lo que va de año y el Gobierno de la Comunidad del PP y VOX sigue pasivo y sin tomar medidas de encaminadas a frenar esta sangría.
Y a pesar de que las muertes laborales siguen disparadas en todo el territorio estatal, tampoco se le está dando la visibilidad que merece, ya que hay un doble rasero a la hora de tratar los accidentes y las muertes derivadas del trabajo en comparación con las muertes que se producen por otras causas.
Un ejemplo de ello, son las campañas de concienciación que se hacen acerca del consumo de drogas, alcohol o conducción en carreteras en contraste con las que se hacen para sensibilizar sobre las terribles consecuencias que tiene el trabajo en la salud de las personas trabajadoras.
Según cifras oficiales, se estima que en el Estado español se produjeron en el año 2019 un total de 1.015 muertes por consumo de drogas y el año pasado murieron un total de 1.145 personas en accidentes de tráfico y 826 en el trabajo.
Como vemos, a pesar de que la escandalosa cifra de muertes originadas por el trabajo, la conducción y el consumo de drogas ilegales es muy similar, no se combaten de la misma manera, ni tienen la misma repercusión mediática.
Resulta prácticamente imposible encontrar alguna campaña sobre las consecuencias mortales del trabajo como sí hay respecto al consumo de drogas ilegales (“di no a las drogas”), fumar tabaco (“el tabaco mata”) o la conducción (“ponle freno”). Campañas promovidas en muchos casos por las instituciones que se propagan de forma habitual en los medios de comunicación y llegan masivamente a la población.
Asimismo, al margen de los medios de comunicación alternativos, o el entorno de los sindicatos de clase y las organizaciones anticapitalistas o de izquierdas, es muy difícil encontrar campañas de sensibilización sobre los efectos del trabajo en la salud de las personas trabajadoras: en los últimos 35 años han muerto en el Estado español más de 41.700 personas en el trabajo.
¿Os imagináis una campaña similar a la del tabaco en la que antes de firmar un contrato aparezca una cláusula que diga: “las autoridades laborales advierten que trabajar mata”, o spots televisivos para concienciar sobre las fatídicas consecuencias que tiene saltarse la prevención de riesgos laborales como sí se con los límites de velocidad en la carretera?
No podemos olvidar que aquello que no se nombra aparentemente no existe y, por eso, debemos empezar a visibilizar las terribles consecuencias que tiene en la salud (muertes laborales, sufrir acoso sexual o moobing, ansiedad por las jornadas interminables o por no llegar a fin de mes, accidentes por incumplir las medidas de prevención, etc.) el empleo.
Y para ello, es necesario poner en el foco político y mediático la necesidad de acabar con la violencia incrustada en las relaciones laborales y el cuestionamiento de un todo modelo salarial construido sobre los cimientos de la violencia del capital. Una tarea pendiente en nuestras sociedades contemporáneas regidas por el individualismo, la competitividad y la mercantilización de cada vez más ámbitos de la vida social.
Desde CGT Aragón-La Rioja condenamos con rotundidad cada una de las muertes laborales producidas por un sistema injusto y cómplice con el poder del capital e instamos, de nuevo, a que de forma urgente se tomen medidas encaminadas a que no muera ninguna persona más en el trabajo.
Alejandro Plana.
Asesor en salud laboral en CGT Aragón-La Rioja.