8M Desmontando mitos en el sector público no hay desigualdad

8M DESMONTANDO MITOS:
EN EL SECTOR PÚBLICO NO HAY DESIGUALDAD
BRECHA SALARIAL
El mito: El salario masculino y femenino en el sector público es el mismo. No hay brecha salarial.
La realidad: Para comparar el salario femenino y el masculino es necesario considerar situaciones similares respecto a variables laborales como: tipo de jornada, ocupación, tipo de contrato, etc., que inciden de forma importante en el salario.
La igualdad, mérito y capacidad en el acceso al empleo público sigue siendo un engaño, y los cuidados siguen recayendo en las mujeres, limitando no sólo el acceso y el mantenimiento del puesto de trabajo, sino también en su formación y sus posibilidades de promocionar, y por tanto en el salario.
La característica de los puestos del empleo femenino en el sector público muchas veces viene condicionada por la conciliación con la vida familiar, por ejemplo, la participación en el trabajo a tiempo parcial de las mujeres por la dedicación a actividades de cuidado de menores, adultos dependientes, que hacen que sí exista brecha salarial, pues está condicionada por una serie de factores sociales, legales y económicos, típicos del sistema heteropatriarcal.
Actualmente las mujeres representan casi el 58% del total del empleo público, pero todavía se da una segregación vertical que limita la participación de las mujeres en los niveles directivos de las administraciones públicas (sólo el 43% se encuentran en puestos directivos y superiores frente al 57 % que representan los hombres en estos cargos).
Se presume que la Administración Pública es imparcial y transparente tanto en la selección como en la promoción de su personal, basándose en los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad que garantizan la igualdad de oportunidades en el empleo.
Sin embargo, si analizamos los datos de los boletines del personal al servicio de las administraciones públicas españolas del Ministerio de Política Territorial, así como la base de datos Mujeres en cifras del Instituto Nacional de Estadística, la situación real parece ser otra bien distinta.
TRABAJOS FEMINIZADOS
El mito: En el sector público no existen trabajos feminizados, la igualdad de oportunidades hace que tanto hombres como mujeres puedan ocupar los mismos puestos.
La realidad: En el sector público existen trabajos feminizados, que suelen estar relacionados con el cuidado de la salud, la educación, los servicios sociales, la enfermería, la secretaría y el trabajo doméstico, todos ellos asociados a unos estereotipos que perpetúan la desigualdad de género.
Las realidades de estos sectores muestran cómo las relaciones laborales son cada vez más precarizantes, con una fuerte presencia de la temporalidad y parcialidad, empleos con altos riesgos psicosociales y unos salarios congelados que no ha hecho más que empeorar la vida laboral y personal que sufren en su mayor parte las mujeres.
Si a ello añadimos que en la administración pública además se produce externalización de este tipo de servicios (limpieza, ayuda de atención domiciliaria, etc), se empeora aún más las condiciones laborales y salariales de estas trabajadoras, haciendo que la subcontratación de la fuerza de trabajo sirva solo para aumentar la rentabilidad y los beneficios de esas empresas.
Hay que reivindicar mayor reconocimiento y valoración de los campos feminizados, o al menos un trato más igualitario entre titulaciones, profesiones y puestos de trabajo.
La otra cara de las profesiones feminizadas, más allá del reconocimiento social, es la peor remuneración si se compara con aquellas que acaparan los hombres. Esto refuerza directamente la brecha salarial y sitúa a las mujeres en una posición de vulnerabilidad económica que, como advierten muchas expertas, es clave en contextos de violencia de género y violencia sexual.
Una vez más, aunque parezca que las mujeres acceden y se integran en la Administración Pública en las mismas condiciones que los hombres, no puede asegurarse que, en pleno siglo XXI, hayan desaparecido todos los obstáculos que condicionan claramente la carrera profesional de la mujer. Tampoco se ha conseguido la conciliación plena de la vida profesional, personal y familiar en igualdad de condiciones con los hombres.
Hay que tener en cuenta que no se ha logrado en el sector público subvertir la discriminación laboral entre hombres y mujeres, tampoco la discriminación horizontal o segregación ocupacional de unos y otras, la mayor precariedad femenina, la brecha salarial o la dificultad en el acceso de la mujer a los puestos de dirección y poder dentro de las organizaciones.
DISCRIMINACIÓN POR RAZÓN DE SEXO
El mito: En el sector público no hay discriminación por razón de sexo. Cualquier persona puede acceder al empleo público mediante pruebas selectivas objetivas e iguales para todas ellas.
La realidad: Muchas pruebas en procesos selectivos del sector público ocasionan discriminaciones indirectas sobre las mujeres.
Estas discriminaciones son más difíciles de detectar porque se utilizan criterios aparentemente neutros, pero realmente provocan efectos desfavorables sobre las mujeres, especialmente en procesos selectivos para puestos tradicionalmente masculinizados.
Para evitar este tipo de discriminaciones, desde CGT tenemos que exigir un análisis del impacto de género de las pruebas de acceso al empleo público. Hay que recordar que la aprobación de convocatorias de pruebas selectivas para el acceso al empleo público deberá acompañarse de un informe de impacto de género, según la L.O. 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Para ello, además es fundamental contar con la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los tribunales de selección y valoración, y formarlas en materia de igualdad, así como revisar desde la perspectiva de género todos los elementos que intervienen en el proceso de selección (requisitos, baremos, pruebas…) garantizando la eliminación de cualquier discriminación indirecta por razón de sexo. En este sentido hay que prestar especial atención a la pertinencia o no del establecimiento de pruebas físicas dentro de los procesos de selección, pues es un factor importantísimo que puede discriminar a las mujeres, habría que establecer pruebas físicas únicamente cuando estén conectadas con las tareas a desarrollar y estableciendo SIEMPRE baremos diferenciados por sexo.
Por ello, en la Administración Pública y en general en el sector público, no solo hay que vigilar que se cumpla con la eliminación de posibles elementos que ocasionen una discriminación directa en el acceso a la función pública -como la garantía de no discriminación por razón de embarazo o parto-, sino la comprobación de que el proceso de selección o promoción no ocasiona discriminaciones indirectas
Por eso, tenemos que seguir luchando por la eliminación de la discriminación sexual en el trabajo, la dificultad sistémica en la conciliación laboral aboca a las mujeres a las reducciones de jornada, de salario y a la temporalidad, condenándolas al suelo pegajoso que afecta finalmente a las pensiones.
El próximo 8 de marzo nos movilizamos una vez más en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Este año, ponemos en el centro la lucha contra la explotación de los cuidados, pilar invisible del sistema capitalista y patriarcal. Sin nosotras, sin nuestro trabajo, la vida se paraliza. Llamamos a toda la plantilla a sumarse activamente a las acciones y movilizaciones convocadas.
Los cuidados son un conflicto laboral: el 90% del trabajo de cuidados recae sobre mujeres y personas de identidades feminizadas. Si este trabajo fuera valorado, representaría un 40% del PIB, costos que el Estado y el sistema capitalista no están dispuestos a asumir, empujándonos a hacerlo a bajo costo o gratis, muchas veces en condiciones de explotación, sin derechos, sin contratos. Queremos denunciar a quienes se lucran de esta precariedad: ETT’s, empresas de interinas, grandes corporaciones, administraciones públicas y residencias.
¡Se acabó ser invisibles y precarias!
¡Es el momento de demostrar nuestra fuerza!
Sigamos luchando. ¡Nos vemos en las calles!
Acude a la manifestación convocada en tu territorio con motivo del 8M.
¡SALUD COMPAÑER@S!
#JuntasSomosMásFuertes
