No son accidentes: 25 muertes en Aragón en lo que va de año por ir a trabajar


Los sindicatos CGT, CUT, IA, ISTA y SOA lamentamos profundamente el fallecimiento de un joven trabajador de 22 años, empleado del restaurante El Casero, en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza, ocurrido el pasado 9 de agosto de 2025.
En lo que va de año, en Aragón han perdido la vida 25 personas en su trabajo , tres de ellas en los últimos diez días. En este caso, el trabajador fallecido, de tan solo 22 años, habría sufrido, según las primeras hipótesis, una electrocución, posiblemente provocada por una deficiente instalación eléctrica en el establecimiento. La investigación continúa abierta para determinar las causas exactas.
En estos momentos de dolor, transmitimos nuestras condolencias a la familia, amistades y compañeros del joven, y reiteramos nuestro compromiso con la defensa de la vida, la seguridad y la dignidad de todas las personas trabajadoras.
Este trágico suceso pone de manifiesto, una vez más, que persisten las graves deficiencias en materia de prevención y seguridad laboral. La precariedad estructural, los bajos salarios, la dificultad para acceder a una vivienda digna y el deterioro de los servicios públicos esenciales —como la sanidad, la educación o las pensiones— siguen afectando de forma desproporcionada a la clase trabajadora.
Entendemos que el origen de este problema se encuentra en un modelo económico que prioriza el beneficio por encima de la seguridad y el bienestar de las personas, explotando cada vez más a los trabajadores y enriqueciendo a una minoría. Esta dinámica provoca un aumento sostenido de la precariedad y un retroceso en los derechos laborales y sociales.
Asimismo, denunciamos la inacción de las administraciones públicas y de los agentes sociales que, independientemente del signo político de los gobiernos, no han adoptado medidas efectivas para revertir esta situación. Con demasiada frecuencia, las políticas públicas y las decisiones institucionales terminan favoreciendo los intereses de grandes corporaciones, entidades financieras y fondos de inversión, en lugar de proteger a quienes generan la riqueza con su trabajo.
Ante esta realidad, los sindicatos que representamos modelos alternativos y de clase consideramos imprescindible reforzar nuestros mecanismos de defensa, superando la mera emisión de comunicados o las protestas simbólicas. Es necesario articular estrategias de lucha y organización más eficaces para garantizar la integridad y la seguridad de las personas trabajadoras.
Reafirmamos la necesidad de mantenernos organizados, unidos y firmes en la defensa de nuestros derechos, conscientes de que solo mediante la movilización sostenida y el compromiso colectivo podremos avanzar hacia un sistema laboral que anteponga la vida y la dignidad de las personas al beneficio económico.
