Macrojuicio contra Sesé por el impago de casi 400.000 euros en salarios

Macrojuicio contra Sesé por el impago de casi 400.000 euros en salarios

Tras una denuncia de CGT Aragón – La Rioja en el año 2017, la Inspección de Trabajo ha llevado a juicio a COLIN (actual Logística Jit Aragón), ambas empresas del grupo Sesé, y le pide que abone a 152 trabajadores cuantías salariales que superan los 9.000 euros en varios de los casos. La empresa se creó en 2014 para ofrecer servicio a Opel tras la adjudicación del MOKKA.

Cuatro años después de una denuncia en Inspección de Trabajo por parte de CGT A-LR contra la empresa Centro Operaciones Logísticas Industriales Norte, S.L. (COLIN) tendrá lugar un macrojuicio contra la misma por apreciarse “perjuicios económicos graves para los trabajadores afectados”. Los motivos de la denuncia, que fueron confirmados por Inspección, se fundamentaron en la no aplicación del convenio sectorial y la posterior firma y aplicación de un convenio de empresa inferior a éste. Esto supuso que durante más de tres años los trabajadores y trabajadoras de la empresa cobrasen menos de lo que la normativa establece, llegando el total de salarios no abonados por parte de la empresa a los 373.818,18 €.

La empresa, perteneciente al Grupo Sesé, se creó en 2014 para prestar servicios logísticos para General Motors (OPEL) con motivo de la adjudicación a la planta de Figueruelas del modelo MOKKA. Sesé continúa prestando el servicio a través de la empresa del grupo Logística Jit Aragón, y lo hace en dos naves del Polígono El Pradillo y ocupando parte de la nave 21 dentro de las instalaciones de Opel. Tras iniciar su actividad, la empresa decidió no aplicar ningún convenio y pagó el salario mínimo interprofesional y una mejora voluntaria.

En julio de 2015, un año después de haber iniciado la actividad, la empresa firmó un convenio propio con UGT. Las retribuciones que aparecieron en ese convenio, que la empresa pretendía que fuesen de aplicación retroactiva desde que había iniciado la actividad, eran idénticas a las que hasta esa fecha había abonado. Desde CGT A-LR, cuando tuvimos conocimiento de los hechos en febrero de 2017, interpusimos denuncia ante Inspección de Trabajo.

El organismo inspector resolvió a favor de la denuncia a principios del 2018. Las retribuciones del convenio de empresa ni podían ser retroactivas ni podían tener prioridad aplicativa sobre el convenio sectorial. Sancionó a la empresa con 6.250 €, tuvo que pagar alrededor de 180.000 € de cotizaciones y recargos, y abrió un procedimiento judicial de oficio que, de estimarse, obligará al grupo Sesé a abonar casi 400.000 € de salarios a los trabajadores y trabajadoras.   

Los salarios que se incluyen en la demanda abarcan desde julio de 2014 hasta agosto de 2017. Sin embargo, desde CGT interpusimos otra denuncia contra COLIN en junio de 2018, pues a pesar de existir ya la resolución de Inspección, la empresa continuó abonando los salarios de forma errónea y muy por debajo de lo que correspondía durante mucho tiempo después. Además, interpusimos también denuncias a las ETT´s que trabajaban para COLIN, también por abonar salarios por debajo de los marcados en el convenio de aplicación. Inspección de trabajo comprobó dichos extremos y procedió a levantar las actas de liquidación y sanción correspondientes tanto a Colin como a las ETT´s.

Al detectar esta y otras problemáticas en las subcontratas de OPEL pensamos que no sería de extrañar que se dieran las mismas en otras provincias, máxime cuando estas empresas actúan a nivel nacional. Por ello se publicaron en su día varios artículos explicando la conflictividad que existía en OPEL y sus subcontratas, como en el Rojo y Negro número 323 de mayo de 2018 y Rojo y Negro número 337 de septiembre de 2019, además de salir publicado en nuestra propia web y en diversos medios de comunicación y haberse puesto en conocimiento del Comité Confederal en su día.

Muchos trabajadores y trabajadoras ya no están en la empresa

En CGT A-LR sabemos que a muchos trabajadores y trabajadoras esto “les ha cogido por sorpresa” ya que actualmente ni siquiera están trabajando en la empresa. “Estas empresas tienen un índice de temporalidad elevadísimo que, unido a las condiciones salariales ya mencionadas, provoca que muchos de ellos se marchen en el momento en que les surge una oportunidad menos mala”. 

Se interpusieron varias denuncias individuales que se resolvieron satisfactoriamente para los trabajadores y trabajadoras. Pero no fueron las suficientes, ya que “de nuevo son hechos que se llevan a cabo por parte de las empresas a sabiendas del miedo que tiene la gente a denunciar para no perder el empleo o para no ser  tachado en futuros empleos en estas empresas”.

Desde luego que en CGT A-LR entendemos que la empresa debería haber abonado esos salarios desde el primer día. Pero no fue así y se tuvo que denunciar, ya que ante estos hechos consideramos que no podíamos mirar para otro lado, y menos siendo una organización sindical. “Aun así, estamos contentas de que nuestras denuncias hayan llegado al Juzgado, porque esto demuestra que aunque tarde, quién la hace la paga”.