El pasado miércoles 3 de abril, CGT Enseñanza Zaragoza participó en el Consejo extraordinario de Medioambiente del Ayuntamiento de Zaragoza.

El orden del día, además de informarnos sobre la implantación de recogida de residuos orgánicos, se centraba en exponer el proyecto Zaragoza Ciudad climáticamente neutra en 2030, que pretende reducir en un 80% las emisiones de la ciudad, aumentar el bienestar comunitario y hacer partícipe a la ciudadanía y a sus colectivos.

En este contexto, la intervención de CGT fue en la línea de expresar que estamos de acuerdo en impulsar medidas de renaturalización de espacios educativos, pero en rotundo desacuerdo respecto al enfoque adoptado por el Ayuntamiento:

1. Consideramos insuficiente la dotación económica de 25.000 euros para cuatro centros (100.000 en total), cuando un único proyecto como el Bosque de los Zaragozanos, recibe 1.000.000 de euros en diversas partidas presupuestarias para este año (la comparación con la inversión en el campo de fútbol de La Romareda, es ya una obscenidad). Reducir a cuatro colegios la dotación económica, convierte en insignificante el alcance de la medida, y deseamos conocer el criterio para dejar fuera a los más de 70 colegios públicos de Zaragoza que no participarán en procesos de renaturalización en 2024. Estos procesos deberían ser ya generalizados a todos los centros como propusimos en el documento enviado a la Mesa Técnica de Acción Climática y Salud del pasado mes de febrero (convocada casi en exclusiva para informar de esta dotación) mesa que, por cierto, debería convocarse con más asiduidad y con carácter de debate y toma de decisiones, si realmente nos creemos que la participación ciudadana es un requisito para la Misión 2030.
2. Después de tres meses desde el último consejo medioambiental, seguimos esperando respuesta a las preguntas planteadas respecto al Plan de eficiencia energética y climatización de centros escolares para la instalación de placas solares y climatización de forma racional y urgente, en los centros escolares.

Recordamos que estamos en abril, a escasos dos meses del aumento de temperaturas en las aulas que someterán al alumnado y personal trabajador a un estrés térmico que afecta negativamente a su Salud (en mayúscula, al ser uno de los ejes declarado por la Consejera para su proyecto medioambiental).

Para que sea una Zaragoza Ciudad climáticamente neutra en 2030 y lograr una mejora real del bienestar comunitario se requiere una previsión eficiente, realista y responsable de la dotación y gestión de recursos, que frene y palíe los efectos del cambio climático en los 85 centros educativos de infantil y primaria de nuestra ciudad, y proteja a un colectivo especialmente vulnerable como es la infancia.

Como réplica, se nos indicó que lo que planteábamos “no se ceñía al tema tratado”. Comprendiendo porqué la UE ha pedido al Ayuntamiento revisar los roles y procesos de participación de las entidades en el proyecto presentado por la Consejería de Medioambiente, escuchamos la (no) respuesta y esperamos volver a abordar el tema en la Mesa de Trabajo sobre Patios Climáticos, donde continuaremos planteando nuestras preocupaciones:

• Si se asume el modelo promovido hasta ahora desde la DGA, es evidente, que el nivel sociocultural y económico va a determinar el acceso a esa concesión; el tiempo necesario y la capacidad de coordinar, diseñar y redactar el complejo documento que se requiere va a estar condicionado por la posibilidad de conciliación (mayor en puestos más cualificados) y la formación suficiente (de nuevo, mayor en la población de unos barrios frente a otros).
• Asimismo, se vuelca de nuevo el trabajo de coordinación en el cuerpo docente, que impulsa estos proyectos añadiendo más labores extras que exceden sus funciones y sus jornadas laborales. El diseño de proyectos de remodelación de espacios escolares debe ser realizado e impulsado desde las Administraciones Públicas, pues esta es su competencia y responsabilidad, abriendo dichos proyectos a la participación de la comunidad educativa para su adaptación a entornos concretos. Pero la renaturalización eficiente (con lo complejo y especializado de las áreas profesionales que implica) y la inclusión (para todos y para todas) en el diseño de los espacios escolares, deben ser máximas garantizadas por los responsables educativos, que en estos momentos eluden su responsabilidad al respecto.
• Finalmente, el ritmo de renaturalización planteado en ese modelo, aplazaría durante quince o veinte años la generalización de medidas de renaturalización a todos los centros de la ciudad.

A pesar de la asistencia de cantidad de entidades y la calidad de las meditadas aportaciones (como la de la Alianza Emergencia climática – en la que nos incluimos-, otra sobre residuos pesados de Ecologistas en Acción o una magistral sobre la calidad del agua de Fundación Ecología y Desarrollo), parce que todavía el consistorio no termina de arrancar la maquinaria de participación medioambiental.

Seguiremos intentándolo. Salud y acierto.