Comunicado ante la última huelga del colectivo médico

Ante la huelga médica de los días 9–12 de diciembre por los sindicatos CESM y SMA, desde CGT Sanidad Zaragoza, queremos expresar que hay reivindicaciones dentro de la convocatoria que consideramos legítimas y necesarias, como limitar las guardias de 24 horas. La excusa permanente de las “necesidades del servicio” se usa para cubrir la falta de personal aumentando guardias de forma abusiva. Esto genera agotamiento, riesgo asistencial y jornadas incompatibles con la vida y la conciliación. Además, esas horas no cotizan para la jubilación, lo que supone un abuso intolerable.

La Sanidad Pública debería avanzar basada en igualdad en cuanto a los derechos de los y las profesionales, no con jerarquías como sucede actualmente. Es por eso que, reivindicar la creación de una nueva clasificación (A1+) por encima de todas las demás, nos parece innecesario para los derechos del propio colectivo e incluso discriminatorio con el resto de las categorías.

Proponer un marco normativo propio rompe la unidad del Sistema Público y separa a quienes trabajan codo con codo, cada día. No lo consideramos necesario puesto que, las características especiales de cada categoría, se pueden reflejar en diferentes apartados en un único Estatuto Marco. La respuesta a la precariedad y la sobrecarga debe ser colectiva.

Además, no podemos obviar un problema de fondo que se repite año tras año: la doble actividad pública-privada de parte del colectivo facultativo, con consultas privadas que, en numerosos casos, se desarrollan en horarios que coinciden o interfieren con su actividad en la Pública. Esta es una práctica estructural que debilita al sistema público desde dentro, contribuye al desplazamiento asistencial hacia el sector privado, alimenta las desigualdades en el acceso a la atención y pone en cuestión la coherencia de reclamar más recursos para lo Público mientras se sostiene activamente lo privado.

Desde CGT Sanidad rechazamos la doble actividad cuando existe jornada completa en la Sanidad Pública. Pero entendemos que la precariedad empuja a muchas trabajadoras y trabajadores —especialmente en las categorías más precarizadas— a recurrir a la privada para poder sobrevivir. No es una elección individual, es una imposición de un modelo basado en contratos parciales, temporales y mal pagados.

Esto se da en un contexto de desmantelamiento consciente y planificado de la sanidad pública, provocado por años de infrafinanciación y el desvío de fondos públicos a la privada, fruto de decisiones políticas que priorizan el negocio frente al derecho a la salud. Por ello, exigimos el fin de la precariedad laboral, la eliminación de los contratos basura, jornadas completas y estables y salarios dignos para todas las categorías.

Desde CGT afirmamos que la defensa de la Sanidad Pública y de nuestras condiciones laborales es urgente y no puede decidirse mediante pactos a puerta cerrada, por las burocracias de los sindicatos mayoritarios, al margen de las bases. La lucha debe nacer en los centros de trabajo.

Por ello, llamamos a impulsar asambleas en cada centro y servicio, soberanas, abiertas y coordinadas, donde las trabajadoras y los trabajadores decidamos colectivamente una hoja de ruta basada en la movilización sostenida, con el objetivo de confluir en una huelga general de toda la Sanidad Pública.

No hay atajos. Solo la lucha organizada desde las bases nos permitirá frenar el desmantelamiento, conquistar derechos y recuperar una Sanidad Pública, universal y de calidad, al servicio de la clase trabajadora y de los sectores populares.