Las mafias y la represión asesinan a miles de personas en el mar Mediterráneo.

CGT denuncia una vez más el crimen humanitario que se está produciendo en el mar
Mediterráneo, donde miles de personas mueren al año huyendo de la pobreza y la miseria. La
noticia de que varios cadáveres de personas migrantes han aparecido atados de pies y manos en
el mar de Baleares, publicada el pasado 23 de junio, se suma a las informaciones de muertes que
cada verano se producen al intentar alcanzar las cosas españolas miles de personas. En el caso de
Baleares, en el último mes, embarcaciones de la Guardia Civil han recuperado al menos cinco
cuerpos de posibles víctimas de asesinatos durante la travesía en patera. Un crimen miserable del
que se aprovechan mafias que muchas veces aprovechan las trabajas de la Unión Europea para
hacer sus negocios y vivir a costa de las tragedias humanas, pero del que nuestro gobernantes son
también responsables.
Desde CGT no nos cansaremos de denunciar esta situación de abandono, de inhumanidad, de
podredumbre moral de unos gobernantes miserables y avariciosos de poder y dinero. Europa
construye una muralla al abrigo de la extrema derecha que solo quiere a las personas migrantes
cuando se puede aprovechar de su trabajo esclavo y su miseria. En la lógica del capitalismo voraz
de estos tiempos, esas personas son tratadas como mano de obra barata. De ese mercadeo
infame se desprenden otras tragedias: la muerte en las pateras, el asesinato por mafias, la trata de
personas, el tráfico de drogas, la obligación de la prostitución… Estos días tenemos varios
ejemplos de vasos comunicantes: ministros puteros que esnifaban droga manchada en origen por
el feminicidio, corruptelas con grandes empresas constructoras que funden presupuesto público a
su antojo, circuitos de formula 1 para diversión de los ricos… A las gentes pobres solo les queda la
explotación y a veces la muerte.
Por nuestros hermanos y hermanas que mueren en el Mediterráneo seguiremos luchando hasta
acabar con el capitalismo.
Nativa o extranjera la misma clase obrera
Ningún ser humano es ilegal