Desde el inicio todo el proceso de elaboración del decreto de los proyectos educativos de organización de tiempos escolares, así como la puesta en práctica del mismo está lleno de improvisaciones y mala organización. Fue una de las razones por las que CGT no apoyó este decreto, y el tiempo nos está dando la razón.

La realidad es que muchos centros de infantil y primaria de nuestra co-munidad que tenían interés en un cambio de jornada han visto como, o bien no han iniciado los trámites debido a los obstáculos que la normativa les planteaba (exigencia de menos apoyos educativos por parte del profe-sorado en la jornada lectiva del alumnado o la inexistencia de considera-ción alguna hacia la especificidad de la escuela rural, por poner quizás los dos ejemplos más reseñables), o bien sus proyectos han sido rechazados por la administración ya que según ésta no cumplía con los criterios exigidos, a pesar de que en muchos casos esos criterios eran imposibles de cumplir por las características y recursos propios del centro.

Incluso se están dando casos de centros que con el proyecto ya validado, y a 3 días de la votación de las familias, han visto como se les exigía modifi-car su proyecto de manera importante. A otros centros se les ha comunicado que no se validaba su proyecto definitivamente sin explicarles las causas de ese rechazo.
Sería más que conveniente que se publicitara los criterios que se han llevado a cabo en este proceso de validación de proyectos, así como las ra-zones por las que cada proyecto ha sido rechazado.

En CGT Enseñanza seguiremos luchando por una verdadera autonomía de los centros en su elección de jornada, ya que el actual decreto no cumple con esta exigencia al no permitir a muchos centros que si quieren el cambio de jornada el poder realizarlo.